La iniciativa, cuyo monto de inversión aún no es revelado, contempla reincorporar cerca del 90% de la salmuera al salar, generar cientos de empleos adicionales y mantener un aporte del 3,5% de sus ventas a las comunidades atacameñas.

La empresa estadounidense Albemarle anunció esta mañana que ingresará próximamente al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) su proyecto Transición a la Extracción Directa de Litio (TED), con el que busca implementar una nueva tecnología de obtención del mineral en el Salar de Atacama. La iniciativa considera una transición gradual en la que convivirán el sistema tradicional de pozas con el nuevo proceso de extracción directa, el cual será evaluado por la autoridad ambiental chilena.

La compañía, que en el lanzamiento del proyecto contó con la participación del nuevo embajador de los Estados Unidos en Chile, Brandon Judd; lleva más de 45 años operando en el país, con presencia en la planta del Salar de Atacama y en su complejo industrial de La Negra, ambos en la región de Antofagasta. Durante este período, afirmó haber generado más de 1.000 empleos y consolidado un acuerdo con el Consejo de Pueblos Atacameños (CPA), mediante el cual transfiere el 3,5% de sus ventas al beneficio de las comunidades del territorio.

Respecto del nuevo proyecto, Albemarle sostuvo que la tecnología de extracción directa permitirá reducir progresivamente el bombeo de salmuera y reincorporar cerca del 90% del recurso al salar, manteniendo su composición natural dentro de los rangos originales. Detalló que el proceso no utiliza productos químicos añadidos y se basa en un sistema físico de filtrado que permite retener el litio, mientras el resto de la salmuera retorna al ecosistema.

La propuesta incluye además infraestructura asociada como una nueva línea de transmisión eléctrica, destinada a abastecer la operación y eventualmente mejorar el suministro energético y la conectividad digital en la zona. En ese marco, la empresa proyecta la generación de cientos de nuevos empleos y oportunidades para proveedores locales durante la etapa de implementación, junto con un sistema de monitoreo ambiental que integrará a comunidades, universidades y expertos independientes.