INNA pide tiempo extra: observaciones científicas y sociales aplazan evaluación

La empresa solicitó una extensión de plazo para responder las más de 1.400 observaciones recibidas durante el proceso de participación.

La comunidad científica dice que emplazar INNA en las cercanías del Observatorio Cerro Paranal perjudicaría la investigación astronómica. Crédito:J.L. Dauvergne & G. Hüdepohl (atacamaphoto.com)/ESO

El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del “Proyecto Integrado de Infraestructura Energética para la Generación de Hidrógeno y Amoníaco Verde”, impulsado por INNA Soluciones Renovables SpA. en la Región de Antofagasta, fue admitido a trámite en diciembre de 2024. Sin embargo, el 26 de septiembre de 2025, la empresa solicitó formalmente al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) extender la suspensión del procedimiento hasta el 29 de mayo de 2026, petición que fue aceptada por la autoridad ambiental.

Razones clave

La solicitud de prórroga tiene como objetivo dar una respuesta técnica, detallada y fundamentada a las más de 1.400 observaciones realizadas durante la participación ciudadana, incluyendo más de 600 comentarios relacionados con impactos astronómicos, emitidos por instituciones como SOCHIAS, ESO, la Sociedad Chilena de Astronomía y agrupaciones estudiantiles.

“La publicación del Anexo de Participación Ciudadana introdujo una carga técnica y participativa no prevista ni anticipable… se hace necesario el otorgamiento del tiempo solicitado”, argumentó la empresa en su presentación formal al SEA.

En este contexto, desde AES Andes –matriz de INNA Soluciones Renovables SpA.– argumentaron la medida. “Nuestro compromiso es entregar respuestas sólidas y técnicamente fundadas tanto a la autoridad como a los observantes, en un marco de transparencia y responsabilidad. La extensión otorgada no busca alterar la secuencia del procedimiento ni dilatar el proceso, sino garantizar que la evaluación ambiental incorpore toda la información necesaria”, precisó Luis Sarrás, Vicepresidente de Desarrollo de Negocios e Hidrógeno Verde de AES Andes.

Astronomía y cielos

Las observaciones astronómicas han sido uno de los focos más críticos del proceso de participación. Organizaciones científicas y académicas advirtieron sobre los posibles efectos del proyecto en los cielos nocturnos del norte chileno, una zona clave para la observación astronómica mundial.

Las preocupaciones incluyen el aumento de la luminosidad artificial, las vibraciones generadas por el parque eólico, la turbulencia atmosférica que podrían alterar las condiciones de observación, y la presencia de material particulado en suspensión.

Como explicó la empresa en su solicitud al SEA, uno de los principales desafíos para abordar estas materias es que la protección del cielo nocturno es un objeto ambiental de reciente incorporación a la normativa chilena, por lo que actualmente no existen criterios técnicos consolidados ni guías de referencia oficiales para responder a este tipo de observaciones. En consecuencia, INNA argumenta que debe generar estudios inéditos y de alta complejidad, en conjunto con expertos, para proponer medidas eficaces de mitigación y compensación.

Estudios adicionales

La empresa debe actualizar o complementar múltiples líneas base ambientales, entre ellas:

Medio humano: actualización antropológica con entrevistas comunitarias.

Flora y fauna: campañas complementarias en diferentes temporadas.

Calidad del aire: actualización del inventario de emisiones y nuevos modelos de dispersión.

Arqueología: ampliación de excavaciones tras nuevos hallazgos.

Permisos sectoriales: actualización de planimetría e ingeniería asociada.

El esfuerzo de respuesta también incluye la elaboración de dos adendas: una técnica y otra ciudadana, cuya consolidación requiere un equipo multidisciplinario y un proceso de revisión y edición exhaustivo.

Último plazo

Según lo resuelto por el SEA Antofagasta, esta será la última prórroga posible. Una vez vencido el plazo en mayo de 2026 o presentada la adenda, se reanudará el procedimiento de evaluación ambiental del proyecto INNA.