El megaproyecto de Antofagasta Minerals avanza con mano de obra regional, generando empleo estable y nuevas oportunidades para las comunidades cercanas.
La construcción de Nueva Centinela no solo impulsa la minería en Chile, sino también la vida de miles de trabajadores de la región. Actualmente, más de 10.000 personas participan en el proyecto, y 2.285 de ellas provienen de María Elena, Sierra Gorda, Baquedano, Mejillones, Antofagasta y Calama. Su esfuerzo es clave para levantar este megaproyecto, que duplicará la capacidad de procesamiento de mineral y extenderá su vida útil por 30 años.
Historias de esfuerzo y estabilidad
Roxana Barriga y Brayan Chilcumpa son parte de este crecimiento. La pareja, oriunda de Michilla, trabaja en la ampliación del Muelle Centinela, contratados por Echeverría & Izquierdo. Para ellos, esta oportunidad significa estabilidad y la posibilidad de estar con su hija de 8 años, gracias al turno 14×14.
“Es un alivio poder trabajar juntos y tener seguridad laboral. Queremos construir nuestra casa en Mejillones, donde nuestra hija estudiará”, cuenta Roxana, quien inicia su camino como secretaria técnica. Brayan, antes buzo mariscador, valora la estabilidad que encontró en el proyecto. “El mar a veces da y a veces no, pero aquí tenemos certeza y proyección”, afirma.
Otra historia es la de Yasna Astudillo, exdirigenta vecinal que hoy trabaja en el área de aseo de Nueva Centinela. Desde enero, disfruta del buen ambiente laboral y del turno 14×14, que le permite criar a sus hijos de 10 y 14 años. “Estos meses han sido buenísimos, me dan ganas de seguir”, comenta con entusiasmo.
Nueva Centinela: crecimiento con identidad local
Antofagasta Minerals ha puesto como prioridad la contratación de trabajadores de la zona, asegurando que el crecimiento de Nueva Centinela genere desarrollo directo en las comunidades cercanas. En dos años, más de 1.000 personas serán parte estable de la operación.
Con una inversión de 4.400 millones de dólares, el proyecto avanza con altos estándares de seguridad y sustentabilidad, operando con energías renovables y agua de mar sin desalar. Nueva Centinela no solo es un hito en la industria minera, sino también un motor de oportunidades para miles de familias en la región.
